Musulmanes: Os exhorto a que tengáis Taqwa de Allah, a que os aferréis a ella en todo momento y lugar y a que os esforcéis en no morir sin ser de los musulmanes: “¡Vosotros que creéis! Temed a Allah como debe ser temido y no muráis sin estar sometidos” (La Familia de ‘Imran, 102).
Siervos de Allah, sabed, que Allah esté complacido con vosotros, que, ciertamente, lo que ocurre a nuestro alrededor no está ocurriendo en vano, nada ocurre si no es por el Decreto de Allah. Allah es el que ha determinado que ocurra y está ocurriendo tal y como Él ha determinado.
Ocurre por el decreto de Allah, pero esta realidad no puede llevarnos a permanecer de brazos cruzados, sin hacer nada ante lo que observamos a nuestro alrededor, ya que Allah nos llama en Su Libro a que tomemos lecciones de lo que sucede, a que observemos los hechos y reflexionemos sobre ellos, a que estudiemos las historias de los pueblos que nos precedieron, ya que al hacerlo podremos obtener de ellas lecciones para aplicar en nuestras vidas, y, de esta forma, podremos encontrar la manera de mejorar nuestra situación y de cambiar la oscuridad que nos rodea por una luz luminosa.
Lo que está ocurriendo actualmente en el mundo es una llamada a que abramos los ojos, a que reflexionemos sobre ello, a que nos volvamos a Allah, a que volvamos al origen, que es seguir el Corán y la Sunna del Mensajero; a que nos aferremos con fuerza al Din de la Fitra, al Din del Islam; a que confiemos plenamente en Allah y elevemos nuestros asuntos a Él. Dice Allah: “Cuando te hayas decidido, confíate a Allah. Es verdad que Allah ama a los que ponen su confianza en Él” (La Familia de ‘Imran, 159).
Ciertamente, Allah nos está poniendo a prueba para ver si de verdad somos capaces de entregarnos a Él o no lo somos, para ver si somos conscientes de cuál es nuestra realidad en este mundo o no lo somos, para ver si reconocemos que de Allah somos y a Él hemos de volver o por el contrario nos entregamos a nuestros propios pensamientos, a nuestro egoísmo, a nuestra egolatría y a nuestra percepción de que nosotros tenemos la capacidad de cambiar el mundo y lo que nos rodea. Ciertamente, el que piense que él mismo tiene algún poder no ha comprendido nada del Din del Islam.
Dice Allah: “Si Allah os ayuda…, no habrá quien pueda con vosotros; pero si os abandona…, ¿quién sino Él os ayudará? En Allah se confían los creyentes” (La Familia de ‘Imran, 160). Esta aleya es clara y contundente. Esta aleya es la clave para mejorar nuestra situación. En esta aleya, Allah nos está dando la llave del éxito y el triunfo, la pone en nuestras manos; pero nosotros somos los que debemos dar el paso de coger la llave y abrir las puertas que nos conducirán a una posición elevada en esta vida y en la Próxima.
Siervos de Allah, no hay que tener dudas, no podemos dudar sobre quién es nuestro Señor, no podemos dudar que Allah es el Poderoso sobre todas las cosas. Debemos tener muy clara cuál es nuestra identidad. Debemos fortalecer nuestra personalidad como musulmanes, sentirnos orgullosos de ser musulmanes. Ahora mismo, en el mundo en el que vivimos, somos unos extraños; pero así es como nos dijo el Mensajero de Allah que seríamos, así es como dijo el Mensajero de Allah que serían los musulmanes. Dijo SAWS: “El Islam comenzó como algo extraño y volverá a ser extraño como en su comienzo. ¡Bienaventurados sean los extraños!”.
Observad los que nos está diciendo aquí el Mensajero de Allah. Es claro como la luz del día: somos extraños, somos gente que no se entrega a los placeres de esta vida, somos gente que estamos complacidos con Allah como Señor, con el Islam como Din y con Muhámmad como Profeta y Mensajero. Esto es lo que nos hace ser extraños. Esto es lo que nos diferencia del resto. Esta es nuestra arma. Esta es nuestra valentía. Este es nuestro orgullo. Somos musulmanes; estamos sometidos a la voluntad de Allah porque reconocemos a Allah en todo lo que nos ocurre, en todo lo que vemos a nuestro alrededor.
Esto es creer en Allah, esto es la sinceridad, esto es la confianza en Allah, esto es la entrega a Allah: saber que somos extraños en esta Tierra, saber que somos extraños en el mundo idealizado que se nos presenta. Rechazamos esa vida. Rechazamos vivir como los que no siguen a Allah y a Su Mensajero. No somos iguales. Nunca podremos serlo y nunca lo seremos. No podemos tener dudas sobre esto. No podemos dudar sobre quiénes somos. La duda es de los hipócritas.
Nuestra personalidad, nuestra fuerza, está en el Islam. El salvavidas al que aferrarnos es el Islam, el Islam puro y original; no hay mas, no hay otro; no lo son los ídolos que nos hacen olvidarnos de Allah, no es la naturaleza, no es lo que vemos por televisión y lo que nos quieren hacer creer los medios de comunicación, no lo son esos grupos que se llaman así mismos musulmanes. Nada de esto es nuestra fitra. Nada de esto nos va a ayudar. Nada de esto nos va a salvar. Nuestra fitra, nuestra fuerza, nuestra personalidad, nuestra identidad es LA ILA ILLA ALLAH; MUHAMMAD RASULULLAH.
Oh Allah, te pedimos que nos des sinceridad en nuestras acciones y que nos conduzcas a entregarnos y a adorarte a Ti, solo y sin asociado.
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Musulmanes:
Ciertamente, la fortaleza en nuestro Imán, el tener claro nuestra posición en esta Tierra y saber que de Allah somos y a Él hemos de volver, será lo que nos dará la fuerza necesaria para conseguir sobrepasar y vencer todos los obstáculos que encontremos en nuestro camino. Por el contrario, ser débiles en nuestra personalidad, tener dudas acerca de nuestro Imán, no comprender nuestra posición y nuestro papel en esta Tierra y en este momento histórico, no nos permitirá seguir creciendo como comunidad de musulmanes; nos llevará a caer cada vez más bajo, a ser cada vez menos comprometidos y unidos en torno a lo que creemos, para, finalmente, acabar cayendo en la destrucción en esta vida y en la Próxima.
Dijo el Profeta SAWS: “No seáis débiles de carácter y digáis: Si la gente hace el bien, nosotros lo haremos, y si son injustos, nosotros seremos injustos; sino que tomad la determinación de que, si la gente hace el bien, vosotros lo haréis, y de que, si hacen el mal, vosotros no seréis injustos”.
Siervos de Allah, levantad vuestros rostros firmes como musulmanes, firmes ante las dificultades que Allah nos ha puesto; no seáis débiles, no seáis como el ganado que va de un lado para otro sin cuestionarse ni preguntarse nada, no os dejéis influir por lo que los enemigos del Islam quieran mostraros, no permitáis que lo que aparece en los medios de comunicación sobre el Islam influya negativamente en vuestro Imán y en vuestra personalidad como musulmanes, no permitáis que eso es debilite, no permitáis que eso os convierta en gente con un Islam bajo y oculto, un Islam que sólo practicáis en la intimidad de vuestro hogares.
Dice Allah: “Tomad con fuerza lo que os hemos dado y recordad lo que contiene, tal vez os guardéis” (‘Araf, 171). Tomad con fuerza el Islam, fortaleceos como musulmanes, usad vuestro intelecto para atravesar estos momentos de fitnas y tribulaciones. No os dejéis engañar por aquellos que se dicen musulmanes pero no actúan como musulmanes. Esos son nuestros enemigos. Esos son los enemigos del Islam.
Recordad lo que contiene, recordad lo que es el Islam, recordad lo que Allah quiere para nosotros y recordad la enorme recompensa que Allah promete a los que se mantienen firmes y fuertes en el Din del Islam, a los que toman a Allah como Señor, al Islam como Din y a Muhámmad como Profeta y Mensajero. Esos que dicen: “Y no puedo estar bien encauzado si no es por Allah, en Él me apoyo y a Él me vuelvo” (Hud, 88).
Oh Allah, te pedimos que nos des firmeza y fortaleza en nuestro Imán. Oh Allah, aumenta nuestra fuerza como musulmanes. Oh Allah, danos sinceridad en nuestra adoración y concédenos el Jardín como recompensa.