Hoy comparto con vosotros el audio de la clase que pronuncié la semana pasada en la clase que tuvo lugar en la Fundación Mezquita de Sevilla, antes de la ruptura del ayuno. Entra dentro del marco de las clases sobre los sahaba, los compañeros del Mensajero de Allah; esos hombres y mujeres cuyo apoyo, confianza, paciencia y perseverancia fue fundamental para que que el Mensajero Muhammad pudiera cumplir con su misión de llamar a la gente a Allah y de extender el Din del Islam. Y que el propio Profeta Muhammad, saws, describe diciendo: “Mis compañeros son como estrellas, seguidlos para encontrar el camino, o cualquiera de ellas que sigáis, os llevará a vuestros destino”.
En este caso es sobre el conocido como «el amado del Mensajero de Allah, salla allahu alaihi wa sallam»; el noble sahaba Zaid Ibn Hariza, que Allah esté complacido con él, un hombre, que siendo un niño ya, eligió permanecer junto al Mensajero de Allah, en vez de volver con sus propios padres, un joven que no tuvo dudas en aceptar el Din del Islam, un hombre que dedicó su vida a servir a Allah y a Su Mensajero, y un hombre que desde ese momento, y por encima de todo, se convirtió en uno de los grandes pilares para la expansión del Din de Allah.
Hombres y mujeres como este son los que debemos tener presentes en nuestras mentes y en nuestros corazones para tomarlos como ejemplos y modelos en nuestros vidas, para tratar de imitarlos en lo que podamos y para tomarlos como referencia en cada paso que demos en nuestras vidas.
Y le pido a Allah que nos haga amar a estos nobles hombres y que nos permita reunirnos con ellos y con el Mensajero Muhammad, en el lugar más elevado del Jardín.