La semana pasada hablamos de la importancia que tiene en el Islam el agradecimiento a Allah; vimos que es uno de los motivos a través del cual Allah nos aumenta los dones y que es un aspecto que gira en torno a reconocer lo que tenemos, lo que Allah nos ha dado, que es mucho más de lo que en ocasiones pensamos: y una vez que lo hemos hecho, ser agradecidos por ello.
Pero debemos saber que ese agradecimiento a Allah no es completo, no termina de cerrarse el círculo del agradecimiento, si no somos al mismo tiempo agradecidos con la gente, ya que el Mensajero Muhammad, salla allahu alaihi wa sallam, en un hadiz de cadena de transmisión correcta, transmitido por Imam Ahmad, Abu Da’ud y At-Tirmidhi, dijo: “No agradece a Allah el que no agradece a la gente”.
Es decir que Allah no acepta el agradecimiento del siervo por todo el bien que le otorga, si el siervo no es capaz de agradecer a la gente el bien que esta le hace porque los dos asuntos van unidos: está totalmente vinculado el agradecimiento a Allah con el agradecimiento a la gente. Por eso uno de los hombres de conocimiento, comentando este noble hadiz dijo: “Aquel que tiene por costumbre negar los dones de la gente y dejar el agradecimiento que por el bien que le hacen le es debido, también será parte de su naturaleza negar los dones de Allah y abandonar el agradecimiento que a Él le es debido”.
El agradecimiento a la gente, ser agradecido con los demás, es un aspecto de gran importancia; y la sabiduría que ello encierra y el hecho de que el Mensajero Muhammad lo vinculara con el agradecimiento a Allah, es porque esa gente que te hace algún bien, sea del tipo que sea ese bien, y sea del tipo que sea la gente, es el medio que Allah ha empleado para hacerte llegar Su bien; por consiguiente al agradecer al medio, estarás agradeciendo también a Allah.
¿Y cuál es la persona que más bien nos ha legado? ¿Cuál es el hombre a través del cual hemos obtenido el mayor bien posible? Sin ninguna duda es el Mensajero Muhammad, salla allahu alaihi wa sallam, ya que él ha sido el medio que Allah ha empleado para hacernos llegar el Islam y como solemos decir: “La alabanza pertenece a Allah por el regalo del Islam y este regalo es suficiente para nosotros”.
Por lo tanto debemos estar totalmente agradecidos al Mensajero Muhammad; y ¿cómo le agradecemos todo el bien que nos ha hecho llegar? Recordándole, hablando de él, conociendo su vida, estudiándola, empapándonos de ella, siguiendo e imitando su ejemplo y, por encima de todas las cosas, amándole. Ya que el amor al Mensajero de Allah es una de las mejores provisiones que podemos llevar a la Próxima Vida, ya que si ese amor es sincero, si es real, y la expresión de que sea real es llevando a la práctica su ejemplo y su sunna, nos conducirá a reunirnos con él en el lugar más elevado del Jardín.
Es muy conocido el suceso que narra que en una ocasión un hombre le preguntó al Mensajero de Allah: “Oh Mensajero de Allah, ¿Cuándo será la Hora? ¿Cuándo será el fin del mundo?”. El Mensajero, salla allahu alaihi wa sallam, le dijo: “¿Qué has preparado para ella? ¿Qué has preparado para cuando llegue ese momento?”. El hombre dijo: “Nada, (según una transmisión, ‘no he preparado para ella ni mucho salat ni mucho ayuno’) excepto, que yo amo a Allah y a Su Mensajero”. Le dijo entonces salla allahu ‘alaihi wa sallam: “Ciertamente estarás con los que amas”. Y añadió el noble Sahaba, Anas Ibn Malik, que es quien narra este hadiz: “No hay nada que nos alegrara tanto, aparte del Islam, que las palabras del Mensajero “estarás con los que amas”; y ciertamente yo amo al Mensajero de Allah, salla allahu alaihi wa sallam, a Abu Bakr y a ‘Umar, y deseo encontrarme con ellos por el amor que siento por ellos, a pesar de que no haga lo que ellos hicieron, a pesar de que mis acciones no alcancen el grado que alcanzaron las de ellos”.
Por lo tanto, el agradecimiento al Mensajero de Allah nos lleva a imitarle y a amarle, y eso nos llevará con el permiso de Allah, a reunirnos con él en el lugar más elevado del Jardín. ¿Acaso no es este suficiente estímulo para estarle agradecidos, salla allahu alaihi wa sallam?
También debemos ser agradecidos con nuestros padres, ellos que han sido nuestros educadores, que nos han cuidado siendo pequeños, que han gastado en nosotros, que se han preocupado de darnos lo mejor; y especialmente debemos serlo con nuestras madres que han soportado fatigas, dificultades e impedimentos por nosotros, que han pasado noches en vela por nosotros, que han renunciado a cosas por nosotros. Por esto el Mensajero de Allah, salla allahu alaihi wa sallam, dijo: “El Jardín está bajo los pies de las madres”.
Y este agradecimiento a los padres ha de ser continuo, incluso aunque tus padres no sean musulmanes y tú si lo seas; esta no es razón para dejar el buen trato y el agradecimiento a ellos. Todos debemos reflexionar sobre el bien que nos han aportado nuestros padres, y debemos hacerlo con sinceridad, ya que en muchas ocasiones (sobre todo entre los jóvenes) olvidamos ese bien, olvidamos todos esos esfuerzos y sacrificios y tal vez solo los recordamos cuando nosotros mismos nos convertimos en padres; pero es posible que entonces ya sea demasiado tarde para estarles agradecidos. Por eso no despreciéis ninguna oportunidad para hacerlo, sed agradecidos con ellos por todo ese bien y, el día de mañana, vuestros hijos serán agradecidos con vosotros y os tratarán con honor y con respeto.
Otra relación que debe estar empapada de agradecimiento también, y que como hemos dicho previamente es parte del agradecimiento a Allah, es la relación entre el marido y la mujer. Este es otro aspecto que olvidamos en muchas ocasiones y lo hacemos las dos partes, tanto el marido como la esposa, y suele ser causa de enfrentamientos y disputas que al final pueden llevar al divorcio y a la ruptura de la familia.
¿Cuántas veces hemos sido, y seguimos siendo, testigos de esas rupturas que en la mayoría de los casos, si miramos el asunto con frialdad, no son más que falta de agradecimiento? ¿Y por qué de agradecimiento? Porque en el agradecimiento, como dijimos en el post de la semana pasada, hay un elemento de reconocimiento del bien que el otro hace por ti. Pero claro, somos muy olvidadizos y solo nos centramos en lo que nosotros hacemos por la otra parte, y somos incapaces de reconocer el bien que las otra parte nos hace a nosotros.
El agradecimiento a nuestros maestros es también algo que olvidamos muy a menudo; ser agradecidos con todos aquellos que nos han transmitido algo, sea lo que sea y por poco que sea, y con más razón hacia aquellos maestros que nos han transmitido el Din de Allah, aquellos que han llenado nuestro corazón de amor por Allah y por Su Mensajero, salla allahu alaihi wa sallam.
Y por supuesto, no debemos olvidar nunca el agradecimiento al común de la gente, a todos aquellos que nos hacen un bien, a todos aquellos que nos aportan algo, por insignificante que pueda parecer, a aquellos que dibujan una sonrisa en nuestro rostro, a los que dan un buen consejo, a los que alivian una carga que podamos tener o incluso a aquellos que impiden que nos llegue algún mal.
Agradecimiento a Allah y agradecimiento a la gente, esta es la base del camino, esta es la base del Islam. Y a Allah le pedimos que nos permita ser agradecidos con Él y con la gente. Amin.